Los trasplantes comenzaron hace 30 años en Málaga por el empeño de un puñado de médicos volcados con su profesión.
Entre ellos estaban José Luis Gutiérrez Calzada, Rafael Burgos y José Ramos.
Ramos es hoy el coordinador de los trasplantes renales del Hospital Carlos Haya y el único que queda de aquel grupo que con tal de que el proyecto saliera adelante hasta pagaba de su bolsillo el hielo necesario para conservar los órganos donados hasta que se trasplantaban a un enfermo.
-Empecemos por la política.
Hay un supuesto nuevo caso de corrupción urbanística ¿Qué le parece?-
Se esperaba y tienen que salir más. La guerra está abierta, por lo tanto, saldrán de los dos partidos principales más de uno. Yo creo que pasa como con el mundo de la droga, en que sólo cogen al 10% o al 20%. Entre los políticos corruptos igual; hay un 80% que no sabemos donde están, pero seguro que están.
-¿Cree que se hace lo suficiente contra la corrupción?-
Creo que sí, pero es difícil coger a un corrupto. Yo he viajado por Sudamérica y comparado con Sudamérica es mínimo lo que pasa aquí.
-Sigamos por la actualidad. ¿Que le parece lo de los blindajes y los contratos astronómicos en el Ayuntamiento de Málaga?-
Yo creo que cada uno debe ganar lo que le corresponde y si por su trabajo se lo merece... Ahora los blindajes... no sólo estos, que son irrisorios comparando con lo de los bancos que son cifras astronómicas, me parece a mí que no. En cuanto a los sueldos, yo creo que tienen que estar bien pagados por lo menos para exigirles que no roben. Y también habría que exigirle a todos los políticos que hicieran una declaración de bienes antes de entrar en política. Pero habría que mirar en la familia también, hay que tener mucho cuidado. Para la democracia es esencial. Usted tanto tiene cuando entra y tanto tiene cuando sale.
-¿Los médicos están bien pagados?-Muy mal pagados. Por ejemplo, yo llevo aquí 33 años y mi sueldo de jefe de sección y responsable del área de trasplantes son 2.300 euros. Me siento mal pagado. Yo he luchado para que todo el mundo no cobre igual. Eso en el funcionariado es un mal endémico que no hay forma de arreglarlo. No puede existir café para todos. El trabajo de cualquier persona se puede medir y el que trabaje y sea más responsable debe ganar más que el que trabaje menos. Aquí gana igual el que trabaja, el que no trabaja, el que viene y el que no viene. El trabajo de todos no es lo mismo. Y esto llevan años intentándolo, pero bien por los políticos o por los sindicatos no hay forma de hacer que cada uno gane lo que trabaja. Una persona que es responsable, que opera mejor, que lleva bien sus enfermos tiene que ganar más. Pues me voy a jubilar y no lo voy a ver.
-¿Le van a echar la bronca por esto que dice?-
Me da igual, no creo que me echen la bronca, esa es la dura realidad. También digo una cosa, nos pagan mal, pero el rendimiento del trabajador en España está por debajo de la media europea. Sea por el sistema o por lo que sea, el rendimiento no es el debido sea en la sanidad o en la judicatura. Aquí habrá quienes rindan muchísimo, pero otros no llegan al 60%. Tenemos que rendir más. Con las plantillas que hay, habría que rendir más.
-Bueno, al menos parece que tiene un trabajo que le apasiona...-He tenido mucha suerte. Primero de estudiar Medicina. Además, estudié entre los años 60 y 70 en la Universidad de Granada. Podía uno estudiar, podía divertirse. Granada en esa época estaba preciosa. Y luego tuve la suerte de venir a Málaga, en un servicio con unos compañeros excelentes y desarrollar una profesión con la cual estoy encantado.
-¿Ha habido muchos avances en los trasplantes?-El primer avance fue tener unos médicos que lucharon por implantar una técnica novedosa como era el trasplante. Al principio, empezaron sin apenas apoyo de la autoridad sanitaria. Fue por una iniciativa propia. Al principio no nos pagaban nada. Teníamos que comprar nosotros el hielo en la gasolinera de al lado [para conservar los órganos donados]. Por el ímpetu nuestro y las ganas de hacer las cosas, aquello se hizo, pero la ayuda de las autoridades fue prácticamente cero.
-¿Eso ya ha cambiado?-Bueno, a los dos años de aquello ya empezamos a recibir una remuneración, aunque pequeña.
-Hoy el Carlos Haya es el primer hospital de trasplantes renales de Andalucía y de los cinco primeros de España. ¿A qué se debe?-Eso se debe a la donación. Aquí se hacen más trasplantes porque se han donado más órganos. De hecho si el primer trasplante hepático que empezaron en Córdoba se hubiera empezado en Málaga, Málaga sería primera en trasplante hepático y renal. -Málaga tiene tasas de donación de las más altas del mundo.-Cada vez mejora la respuesta de la gente [a la donación]. Es raro ver una negativa familiar. Cuando se empezó había problemas con la Justicia, el juez tenía que venir, el forense. Hoy hacer un trasplante en el Carlos Haya no crea problemas, es algo cotidiano, normal.
-¿Cuál es ha sido su mayor satisfacción profesional?-El día que hice mi primer trasplante [de riñón] y a los diez minutos observo que sale la orina, eso fue un impacto. Hay operaciones que te salen bien, el paciente va de maravilla y todo se resuelve. En poner un riñón tardamos hora y media o dos horas y a los cinco minutos empieza a emitir orina. Es una sensación que parece un cuento de hadas. Parece que ha hecho uno una cosa como un mago. No se puede imaginar que tan rápido un órgano empiece a funcionar. Un órgano que puede llevar diez órganos en una caja con hielo, está prácticamente muerto y se lo pone uno a una persona y a los cinco minutos empieza a funcionar y además de una manera tan perfecta.
-¿A cuánta gente ha operado?-A muchísimos. Me cabe el honor de haber enseñado a muchos cirujanos para que trasplanten porque hay que enseñar a los que vienen. -¿Veremos el día en que se trasplantarán órganos de animales?-A eso le queda mucho tiempo. No me cabe la menor duda de que no lo veo. Llegarán a hacerse, posiblemente, pero a eso le quedan años. -
¿Llegará el día en que se pueda fabricar un riñón?-Parecer ser que sí, que con las células madres es posible. ¿Cuántos años quedan para eso? Quien lo sabe. A 25 años vista yo creo que no.
-En EEUU, se puede comprar un riñón de un donante vivo...-En Estados Unidos, en algunos estados sí. En España nunca y yo creo que por eso la coordinación de trasplantes funciona tan bien porque es una premisa: aquí es donación, sea de cadáver o sea de vivo. Siempre es altruista. Esa es la razón del éxito. Es un sistema que se ha copiado en Europa y en todo el mundo. -
¿Usted tiene pacientes con el mismo riñón desde hace más de 20 años?-Hay algunos con 26 ó 27 años. En trasplante de vivo hay muchas personas con más de 20 años con el mismo riñón.-¿Qué le mejoraría a Málaga?-La limpieza, pero es difícil porque mientras falle la educación no hay forma. Yo, que me gusta andar, voy por barrios marginales y están sucios, pero voy por barrios con el nivel de vida más alto y están sucios.
-¿Y lo que más le gusta?-El clima, la gente. Es una ciudad muy acogedora, pero da pena que la gente no mire más por su ciudad. Yo creo que le falta a Málaga que el malagueño luche más por su ciudad. Ahí está el Puerto, que está de pena. Las autoridades, una del PSOE y otra del PP, no se ponen de acuerdo. El río... como está... A Málaga le hace falta que el malagueño tome cartas en el asunto, tenga más empuje y obligue a las autoridades a que se pongan las pilas.-¿Y que mejoraría en la sanidad?-Ahora que está la polémica del gran hospital, yo creo que hace falta. Pero ese hospital tiene que nacer con criterios distintos. Tendría que tener más rendimiento. Por ejemplo, hay un PET, que es tan caro y lleva dos años parados porque nadie ha sido capaz de ponerlo en marcha, eso es incomprensible.
-¿Tardará mucho?-Al nuevo hospital le quedan muchos años. Si todavía no está pensado y ya no se ponen de acuerdo, ¿qué nos queda? A este paso no se hace ni en cinco ni en diez años.-¿Y se puede esperar tanto? -Tendríamos que poner un poco un poco de nuestra parte todos. Podría esperar, pero aprovechando todas las camas. Merece la pena esperar y hacer un hospital grande y no hacer por las prisas otro hospital con muchas carencias.
-¿Qué lee?-Soy granaíno, creo que soy medio árabe. Me gusta mucho la historia de Granada de los árabes me encanta y he leído muchos libros. Mi pueblo es árabe, Albuñuelas. Estuvieron los moriscos muchísimos y les costó trabajo a los Reyes Católicos echar a los moriscos de toda la zona. Mi pueblo es pequeño, tiene unos 2.200 habitantes. Yo soy de Granada, pero mis tres hijas son malagueñas. Tengo una anestesista, otra hizo Filosofía y Letras y otra es ingeniera. Cada una con una especialidad distinta.
-Le gusta pescar...-Me relaja muchísimo. Es en el sitio donde no se critica a nadie. Yo en los veranos en que tenía muchos trasplantes, me iba un día de pesca y venía nuevo. Me gusta eso y las excursiones a caballo. Suelo hacer al año una o dos excursiones de tres o cuatro días.
-¿Cómo ve los recursos en el mar?-Ahora se pesca menos porque no hay peces, por el abuso. A veces estamos pescando y pasan barcos arrastreros que se lo llevan todo. Y eso no es por la pesca deportiva, sino por lo que se ha abusado de la bahía de Málaga. Los arrastreros son esos barcos que van con las redes por el suelo y no dejan nada.
-¿Alguna otra cosa que me quiera comentar?-Que Málaga es una ciudad que merece la pena ver y vivir. Yo estoy encantado con vivir en Málaga. No me arrepiento de haberme venido de Granada y de haber ejercido aquí mi labor profesional. Si yo pongo en una balanza las satisfacciones y los sinsabores, superan con mucho las satisfacciones.
domingo, 1 de marzo de 2009
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