martes, 16 de noviembre de 2010

LA JUNTA ASFIXIA A LAS INDUSTRIAS

La Junta asfixia a laboratorios y empresas sanitarias Les debe 1.523 millones y les paga a 422 días, 141 más que la media nacional


M.J. PEREIRA / SEVILLA

Día 16/11/2010 - 08.26h2 comentariosLos laboratorios farmacéuticos y las empresas de tecnología sanitaria están asfixiadas por los impagos de la Junta de Andalucía, que les adeuda 1.523 millones de euros, con un tiempo medio de pago de 416 días. La falta de liquidez de la Junta ha disparado su deuda sanitaria en los últimos seis meses, hasta el punto de que algunas pequeñas empresas andaluzas están a punto de cerrar sus puertas por estos impagos. según la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).

«En Navarra, que es una comunidad aforada, y Galicia, que no tiene fuero especial, están pagando a 60 días. ¿Por qué Andalucía tarda diez veces más? Nuestra conclusión es que no hay voluntad política de resolver el problema», razonó Gloria Rodríguez, responsable de Fenin con las comunidades autónomas.

La Administración autonómica adeuda a las empresas farmacéuticas 774 millones de euros, lo que representa un 22,6% de la deuda total de las autonomías, según datos de Farmaindustria. El tiempo medio de pago de la Junta a los laboratorios se sitúa en 422 días, 141 más que la media nacional.

Por otra parte, la Junta adeuda a las empresas de tecnología sanitaria un total de 749 millones de euros, el 23,4% de la deuda total de las autonomías con esas compañías. Esas empresas abastecen al SAS desde tiritas y productos de curas a aparatos de resonancia magnética. El plazo medio de pago de la Junta ha pasado de 371 días en enero de 2010 a 416 en julio, es decir, en sólo seis meses, según Fenin. El 48% de la deuda de la Junta con las empresas de tecnología sanitaria corresponden a 2009 y el resto a 2010.

Hasta julio pasado, la Ley establecía que las Administraciones debían pagar a esas empresas en 60 días, período que incumplían sobradamente las comunidades. La Nueva Ley de Lucha contra la Morosidad (15/2010) ha reducido el plazo a 55 días. «Nos sorprende que se hayan reducido los plazos, cuando los existentes no se cumplen. Hubiera sido mejor articular mecanismos para cumplir el plazo de los 60 días, ya que desde 1990 los tiempos medios de demora se han situado en 200 días, salvo en 2001, que fueron de 198 días», explicó a ABC Gloria Rodríguez.

Las deudas de la Junta supone, en algunos casos, entre el 15% y el 20% de los activos de la compañía. Muchas son las empresas que tienen que recurrir a los juzgados para reclamar el pago de la deuda, así como los intereses de demora. A algunas incluso les prescribe la deuda a los cinco años y se ven obligadas a provisionar esa pérdida en su contabilidad.

«Es un momento muy duro para las empresas del sector, entre las que hay multinacionales, pero también compañías de dos o tres empleados, algunas de las cuales están a punto de cerrar en Andalucía. En el caso de las multinacionales, muchas venden a través de distribuidoras, pero el daño es igual porque la Junta se retrasa en el pago a las distribuidoras y éstas en pagar a las multinacionales», según Fenin, organización que asegura que España es de los países de la UE con mayor morosidad «y la Administración pública es el motor de esa morosidad».

«Están en juego muchos puestos de trabajo porque las empresas están reduciendo su personal al mínimo imprescindible para poder soportar las deudas que la Junta tiene que con ellas. En otras palabras, esas empresas —dice Fenin— están financiando a la Junta de Andalucía sin ninguna compensación, ya que no están exentas del pago de impuestos, IVA, sus proveedores o empleados».

El hecho de que estas empresas estén financiando a la Junta de Andalucía está provocando, a juicio de Fenin, la renuncia a muchos proyectos de investigación y líneas de productos que les permitiría crecer, sin olvidar que les crea una gran incertidumbre financiera porque están recurriendo a líneas de créditos más caras que si tuvieran la certidumbre de que van a cobrar. «Estas empresas están hipotecando su capacidad de crédito para financiar a la Administración, en lugar de estar haciéndolo para el desarrollo de sus compañías», puntualizó Gloria Rodríguez.