La sanidad privada goza de buena salud y mira hacia Málaga con ojos bien despiertos. Varias empresas del sector están a punto de abrir nuevos hospitales o proceden a la ampliación de otros que ya funcionan, lo que vendrá a aumentar la oferta de camas y de servicios que en este momento hay en la provincia. La puesta en marcha de esos centros sanitarios supondrá el incremento de unas 200 camas, que se sumarán a las aproximadamente 2.000 que agrupa ahora el sector privado en la provincia de Málaga, donde funcionan catorce clínicas u hospitales y decenas de centros médicos, aparte de cerca de 2.500 consultas. Esta ampliación de la cartera de servicios se hace porque las empresas ven que Málaga es un enclave estratégico en el que hay suficiente demanda por parte de la población para rentabilizar la inversión que realicen.
Las carencias que en materia de camas tiene la sanidad pública, la demora en la atención de muchas patologías en los centros del SAS y el deseo de recibir una asistencia más personalizada en clínicas u hospitales donde hay habitaciones individuales y un mayor confort e intimidad son factores que favorecen que unos 200.000 malagueños mantengan suscritas pólizas con compañías médicas. En otros casos, se opta directamente por pagar el importe que cuesta ser operado o tratado en un centro hospitalario privado, aunque esta opción está al alcance de menos bolsillos.
A pesar de los efectos de la crisis, el sector sanitario privado continúa expandiéndose en Málaga, donde ha hallado una buena fuente de negocio y cuenta con una cartera de clientes que garantiza la viabilidad de las inversiones. Hay varios ejemplos que confirman esa solvencia. Así, la clínica La Encarnación, un clásico en el mundo sanitario malagueño, se convertirá a partir de mayo en el Complejo Hospitalario Integral Privado (CHIP), cuya fachada dará a la avenida de Carlos Haya. En esa fecha se prevé la puesta en marcha del hospital, que contará con 150 camas (las 60 actuales de La Encarnación y 90 nuevas), explicó a este periódico el director y propietario de centro hospitalario, Jesús Burgos. Asimismo, dispondrá de ocho quirófanos, 20 consultas externas y UCI. La inversión supera los 30 millones.
El CHIP y La Encarnación han sido unidos por un túnel. Las obras del nuevo edificio se hacen siguiendo el proyecto de los arquitectos José Seguí y Fernando Pérez del Pulgar. «Será un centro hospitalario de cinco estrellas, hecho con capital cien por cien malagueño. Nuestro objetivo es dar una atención integral a los pacientes sin que tengan que desplazarse de un lugar a otro para que los vean los médicos y se les hagan las pruebas que precisen», afirmó Burgos.
Atención integral
Añadió que el CHIP ofrecerá un servicio médico pormenorizado al disponer de urgencias, cirugía y encame hospitalario. También habrá atención primaria y se crearán veinte consultas externas con todas las especialidades. «La idea es que en el mismo día el especialista vea al enfermo y se le hagan todas las pruebas», recalcó Burgos.
El CHIP será un hospital sin papeles. Todos los elementos estarán digitalizados gracias a la avanzada tecnología con la que contará. En cada habitación habrá pantallas táctiles a través de las que los pacientes podrán conectarse a Internet, consultar su correo electrónico, disponer de una webcam, televisión e incluso ponerse en contacto con la enfermera para elegir el menú del día. Los quirófanos serán inteligentes o integrados, es decir, en una pantalla aparecerá toda la información del usuario en formato digital (pruebas que se le han hecho, historia clínica, etcétera).
Proyecto avanzado
Otro proyecto que está muy desarrollado es el del Hospital Quirón Málaga, cuya apertura está prevista para el próximo otoño. Tendrá 136 camas, 51 consultas externas, 52 especialidades médicas y quirúrgicas y siete quirófanos (uno de ellos móvil). La inversión total es de 70 millones de euros, de los que 25 se destinarán al equipamiento con tecnología médica de vanguardia. Unos 300 médicos de las principales especialidades médico y quirúrgicas desarrollarán su actividad profesional. El Hospital Quirón, cuyas obras están muy avanzadas, está en la urbanización Parque Litoral, en las inmediaciones del Martín Carpena. El grupo Quirón lo creó Publio Cordón y cuenta con varios hospitales en España.
La clínica Parque San Antonio, en la avenida del Pintor Joaquín Sorolla también se ampliará. Las obras comenzarán en dos o tres meses y se acometerán los dos próximos años para hacer frente al incremento de pacientes. Con la reforma se ganarán unas 15 camas respeto al centenar que ya hay. El coste de estas actuaciones oscila entre los seis y los siete millones.
El vocal de ejercicio libre del Colegio Oficial de Médicos de Málaga, José Antonio Ortega, considera que «en Málaga hay población suficiente que es susceptible de recibir atención en la sanidad privada ante la falta de camas que presenta la pública. Hay un mercado interesante para la medicina privada». A su juicio, hay cabida para más iniciativas de ese tipo en la provincia malagueña. «Aún hay tarta y pacientes para ser atendidos por nuevas clínicas. La presencia de esos centros es algo positivo y permite una mayor competencia. Eso siempre es bueno para la sanidad en general, independientemente de que sea pública o privada», comentó José Antonio Ortega.
domingo, 15 de marzo de 2009
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