Los técnicos plantean que el edificio se divida en tres grandes áreas: una de investigación, otra de servicios operativos y, la tercera, asistencial para las 1.500 camas y de tres plantas
RAQUEL RIVERA. MÁLAGA
Del macrohospital de 1.500 camas que aglutinará las instalaciones del actual complejo Carlos Haya se conocen aspectos generales, como que se levantará sobre una planta de 286.000 metros cuadrados, que será un referente en investigación y atención del sur de Europa, y que lo integrarán unos 48 quirófanos.
La Consejería de Salud, promotora de la infraestructura, ha ido desgranando durante el otoño cuestiones relativas a su capacidad asistencial y las vías de financiación, pero ha dejado los asuntos organizativos y estructurales en un segundo plano y ocultos.
Sin embargo, a pesar de las críticas de sectores sociales y políticos, sobre todo del Ayuntamiento, acerca de que el proyecto está vacío de contenido y carece de propuestas específicas, lo cierto es que los técnicos de la Junta de Andalucía trabajan en un diseño concreto.
Fuentes sanitarias explicaron que en los borradores se recoge la propuesta de construir un gran edificio dividido en tres grandes áreas intercomunicadas.
Por un lado, la zona asistencial, a la que se reservaría mayor espacio, incorporaría las 1.500 camas, los quirófanos, las consultas de las distintas especialidades y las áreas de diagnóstico, las unidades de observación y urgencias.
Por otro lado, la Junta quiere incrementar los recursos para investigación y tecnologías. De hecho, plantea un centro de biomedicina. Se segmentará una zona para laboratorios, material tecnológico y de innovación sanitaria.
Por último, el hospital tendrá un módulo que centralizará los servicios operativos, como la lavandería, y la red de saneamiento.
Cada una de las tres áreas tendría su propia estructura arquitectónica, funcionarían de forma autónoma, pero estarían comunicadas. Según las fuentes, los distintos borradores incluyen este sistema de organización, aunque éste no es definitivo, puesto que el diseño del edificio depende de las características del suelo donde se ubique.
El problema es que aún la administración no ha decidido su situación y trabaja con varias ofertas, pero distintas fuentes sanitarias han coincidido en que la Junta tiene predilección por la zona Este. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, confirmó a este periódico que la Consejería de Salud ha propuesto valorar dos alternativas. Por un lado, la finca de El Tinto, en el barrio de Jarazmín, que tiene una superficie de 222.900 metros cuadrados, a los que hay que sumar suelo municipal de 76.000 metros. La otra opción que se planteó en la mesa técnica fue la finca de Wittenberg, cerca de El Candado.El nuevo Carlos Haya, presupuestado en más de 600 millones de euros a razón de 450 para la construcción y 150 más para el equipamiento, se presenta como una potente infraestructura sanitaria que se convertirá en "referente tecnológico del conjunto del Estado", según la consejera de Salud, María Jesús Montero.
La Junta no quiere hablar de plazos y no ha fijado fechas ni para su inauguración, ni el comienzo de las obras, lo único que dejó claro es que los trabajos se prolongarían durante seis años. En un contexto de entendimiento con el Ayuntamiento que permitiera la aprobación del convenio a corto plazo, el hospital podría entrar en funcionamiento en siete años. Pero con el escenario actual se teme que esta infraestructura se demore y no vea la luz hasta dentro de una década. Entre los servicios del hospital, destacan 256 módulos de consultas, un hospital de día con 150 plazas y un hotel de madres.
RAQUEL RIVERA. MÁLAGA
Del macrohospital de 1.500 camas que aglutinará las instalaciones del actual complejo Carlos Haya se conocen aspectos generales, como que se levantará sobre una planta de 286.000 metros cuadrados, que será un referente en investigación y atención del sur de Europa, y que lo integrarán unos 48 quirófanos.
La Consejería de Salud, promotora de la infraestructura, ha ido desgranando durante el otoño cuestiones relativas a su capacidad asistencial y las vías de financiación, pero ha dejado los asuntos organizativos y estructurales en un segundo plano y ocultos.
Sin embargo, a pesar de las críticas de sectores sociales y políticos, sobre todo del Ayuntamiento, acerca de que el proyecto está vacío de contenido y carece de propuestas específicas, lo cierto es que los técnicos de la Junta de Andalucía trabajan en un diseño concreto.
Fuentes sanitarias explicaron que en los borradores se recoge la propuesta de construir un gran edificio dividido en tres grandes áreas intercomunicadas.
Por un lado, la zona asistencial, a la que se reservaría mayor espacio, incorporaría las 1.500 camas, los quirófanos, las consultas de las distintas especialidades y las áreas de diagnóstico, las unidades de observación y urgencias.
Por otro lado, la Junta quiere incrementar los recursos para investigación y tecnologías. De hecho, plantea un centro de biomedicina. Se segmentará una zona para laboratorios, material tecnológico y de innovación sanitaria.
Por último, el hospital tendrá un módulo que centralizará los servicios operativos, como la lavandería, y la red de saneamiento.
Cada una de las tres áreas tendría su propia estructura arquitectónica, funcionarían de forma autónoma, pero estarían comunicadas. Según las fuentes, los distintos borradores incluyen este sistema de organización, aunque éste no es definitivo, puesto que el diseño del edificio depende de las características del suelo donde se ubique.
El problema es que aún la administración no ha decidido su situación y trabaja con varias ofertas, pero distintas fuentes sanitarias han coincidido en que la Junta tiene predilección por la zona Este. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, confirmó a este periódico que la Consejería de Salud ha propuesto valorar dos alternativas. Por un lado, la finca de El Tinto, en el barrio de Jarazmín, que tiene una superficie de 222.900 metros cuadrados, a los que hay que sumar suelo municipal de 76.000 metros. La otra opción que se planteó en la mesa técnica fue la finca de Wittenberg, cerca de El Candado.El nuevo Carlos Haya, presupuestado en más de 600 millones de euros a razón de 450 para la construcción y 150 más para el equipamiento, se presenta como una potente infraestructura sanitaria que se convertirá en "referente tecnológico del conjunto del Estado", según la consejera de Salud, María Jesús Montero.
La Junta no quiere hablar de plazos y no ha fijado fechas ni para su inauguración, ni el comienzo de las obras, lo único que dejó claro es que los trabajos se prolongarían durante seis años. En un contexto de entendimiento con el Ayuntamiento que permitiera la aprobación del convenio a corto plazo, el hospital podría entrar en funcionamiento en siete años. Pero con el escenario actual se teme que esta infraestructura se demore y no vea la luz hasta dentro de una década. Entre los servicios del hospital, destacan 256 módulos de consultas, un hospital de día con 150 plazas y un hotel de madres.
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