La investigación de un malagueño descubre un fármaco que lucha contra esta enfermedad. Consigue además las claves para ´poner en hora´ el reloj biológico
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA El neurocientífico malagueño Antonio Alcalá podría haber dado con una posible cura del alzheimer. O quizás al menos con el inicio del proceso para borrar del mapa la enfermedad. Las horas de investigación de este profesor de la Universidad de Málaga, entre otras revelaciones, han descubierto un nuevo tratamiento para esta ´dolencia´.
Estudios ya existentes a pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio o una trombosis indicaban que el grupo de fármacos (estaninas) con los que habían sido tratados ´paralizaban´ además el progreso del alzheimer.
Ante esta realidad se determinó utilizarlos directamente para este fin, alterando y variando la cantidad e incluso su composición.
El ´experimento´ se realizó sobre 117 personas que se conocía, a través de pruebas previas, que genéticamente iban a desarrollar la enfermedad en un horizonte de diez o quince años.Se administraron estatinas en diversas composiciones y dosis. Tras el análisis de los resultados, se concluye que con la administración del primer grupo se lograba retrasar el proceso. Pero aún no era suficiente. Sin embargo, las estaninas del segundo grupo -que por su composición eran capaces de atravesar la barrera del cerebro y actuar sobre las neuronas (barrera ematoencefálica)- conseguían ´poner en hora´ el reloj biológico del individuo. Así éstos envejecerían más lentamente.La clave de alzheimer se sitúa precisamente en el envejecimiento. Pero, ¿es posible controlarlo? Ésta es otra de las líneas marcadas en este trabajo. En este apartado se concluye que esta enfermedad, que ataca a miles de personas, puede detectarse años antes de que aparezcan siquiera sus primeros síntomas. Los resultados podrían cambiar radicalmente la calidad de vida de estas personas. No hay que olvidar que conocer su presencia de forma precoz es vital para frenar el deterioro que conlleva. Este estudio ha sido denominado ´¿Puede ser la visión la clave en la prevención precoz de la enfermedad del alzheimer?´ Su artífice, el profesor de la Universidad de Málaga, oftalmólogo y neurocientífico, Antonio Alcalá, ha ´tumbado´ al resto de investigaciones para alzarse con el premio nacional al mejor trabajo en cronopatología ´Dr. Espina y Capó´ otorgado por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM).
La investigación. Para llegar a entender estas sencillas conclusiones, el proceso y la investigación en sí han sido complejos. En este trabajo se chequea el reloj biológico que toda persona tiene dentro del cerebro, comenta Alcalá. Se trata de conocer en primer lugar en qué hora está para poder, posteriormente, ponerlo en la hora adecuada. "Hay personas que envejecen por encima de los niveles establecidos para su edad. En ellas, el reloj está adelantado. Además, se sabe que es directamente el cerebro el responsable del deterioro del organismo", declara.También es conocido, continúa, que el reloj biológico está anclado a la visión, aunque admite que aún no se conoce el por qué. Bajo estas premisas, en esta investigación se ha utilizado además una técnica novedosa para computadoras que suelen usar los oftalmólogos (para diagnosticar la tensión ocular alta, glaucoma y que se llama campímetro computerizado).
El primer grupo escogido fueron 117 personas sin enfermedades ni problemas visuales a los que se les realizó un análisis de ADN para determinar que su genoma era correcto (no presentaban ninguna alteración).
El segundo, también de 117 personas de 48 años de media de edad, estaba compuesto por individuos que sí tenían una alteración en su genoma que iba a desencadenar en un alzheimer.
Tras la prueba de campimetría computerizaba se observó que la persona con el ADN aberrado tenía el reloj biológico adelantado. "Gracias a esta prueba se puede conocer que esa persona estaba envejeciendo antes de lo previsto a pesar de que no existiesen signos externos", insiste Alcalá.
Un último análisis (regresión múltiple, procedimiento estadístico para ver las variables) indica también que el ADN aberrado utilizaba el colesterol para hacer "su daño", es decir, que el colesterol y otros factores como la tensión arterial alta o la obesidad eran los causantes de este envejecimiento. Si se controlan estos factores, se puede poner el reloj en hora. El campímetro computerizado utilizado "lee como si fuera un código de barras el cromosoma 19, que está directamente implicado en el envejecimiento. Es el responsable de los infartos y del alzheimer de tipo genético", concluye.
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