La construcción del macrohospital o 'nuevo Carlos Haya' es un interrogante.
Casi medio año después de que la consejera de Salud, María Jesús Montero, presentase el proyecto, la iniciativa está en vía muerta ante la falta de acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga.
Salud dice que el Consistorio «carece de voluntad política» para resolver la cuestión y sólo busca la confrontación, y el Ayuntamiento asegura, a su vez, que el Gobierno andaluz no le ha entregado ningún documento sobre el hospital y lo único que hace es «marear la perdiz». Las posturas están tan enfrentadas que las dudas sobre la resolución del asunto cada vez son mayores.
El gran escollo a solventar es el modo de financiar el megahospital, que contaría con 1.500 camas. Mientras tanto, el tiempo discurre sin que se vea un acercamiento entre las dos administraciones, que se responsabilizan de que no se llegue al entendimiento que permita la luz verde a una cuestión vital para la mejora sanitaria de Málaga, que necesita con urgencia un incremento del número de camas hospitalarias para hacer frente al crecimiento de la demanda de asistencia.
La idea de erigir un macrohospital, que agrupe los actuales pabellones de Carlos Haya, el Materno Infantil y el Civil, fue bien recibida en la ciudad tras explicarla la consejera Montero a mediados del pasado mes de septiembre. De hecho, las medidas previstas para reclamar la construcción de un tercer hospital en la capital se suspendieron. Se dio un voto de confianza al plan expuesto por Salud. Sin embargo, como los planteamientos de la Junta y del Ayuntamiento son antagónicos, en estos momentos no hay visos de que el asunto se desbloquee.
Salud considera que el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, «no manifiesta ninguna voluntad política» para sacar adelante el macrohospital, y el Consistorio argumenta que la Junta, a pesar de habérselo pedido reiteradamente, no ha presentado ningún documento ni ha concretado cómo, dónde y ni de qué forma se hará el centro hospitalario.
Desencuentro
Uno de los caballos de batalla que propicia este desencuentro es qué hacer con los edificios de Carlos Haya, Materno y Civil. La Junta apostó por derribar esos pabellones (ahora indica que el Civil y la parte más antigua de Carlos Haya no habría que tirarlos) y levantar viviendas en esos terrenos. El dinero logrado de la venta se destinaría a sufragar la construcción del macrohospital, cuyo coste, con equipamientos incluidos, sería de unos 600 millones de euros.
El Ayuntamiento rechazó esa opción y reclamó el mantenimiento de los edificios. El alcalde dijo que el Consistorio estaba dispuesto a pagarle a la Junta 78 millones de euros (dinero que, a su juicio, se sacaría por la venta de las parcelas) con tal de que no se produjese la demolición. La oferta fue rechazada por Salud. «No pedimos dinero al Ayuntamiento, sino que colabore en el proyecto», señaló a este periódico el secretario general del SAS, Jesús Huerta. «No comprendemos que tanto la Diputación, propietaria del Hospital Civil, como la Tesorería de la Seguridad Social, titular de Carlos Haya y el Materno, y la Junta estemos de acuerdo en la necesidad de sacar adelante la idea, y, en cambio, el Ayuntamiento mantengan una posición inamovible desde el primer momento», declaró Huerta.
Para agilizar los trámites, Junta y Ayuntamiento crearon una mesa técnica integrada por expertos de ambas administraciones. Hubo dos reuniones que resultaron infructuosas. Los interlocutores aseguran que si no se han producido más encuentros ha sido responsabilidad de la otra parte.
El secretario general del SAS manifestó que Salud apuesta por una fórmula consensuada, pero que no ven interés en el Consistorio. «Lo que pretendemos es que el Ayuntamiento nos diga cuál es el aprovechamiento que corresponde por los terrenos donde ahora están Carlos Haya, Materno y Civil, y que ese aprovechamiento, obtenido de la venta del suelo público, revierta para financiar parte del macrohospital. La Diputación y la Tesorería están de acuerdo. Esperamos que el Consistorio nos dé al menos el mismo trato que a los promotores privados», subrayó Jesús Huerta.
Respecto a qué hacer con los pabellones de los actuales hospitales, precisó que Salud está abierta a la negociación. Así, dijo que el Civil podría no derribarse y tener un uso relacionado con la asistencia a persona mayores, y que el pabellón A de Carlos Haya (el más antiguo) no se tirará. «No pretendemos llenar de pisos esos suelos, sino compatibilizar la construcción de viviendas con zonas verdes y espacio para oficinas. No hay nada cerrado. Lo que no vemos bien es que el Ayuntamiento sólo nos pregunté dónde haríamos el macrohospital.
Eso es el segundo paso. Antes hay que despejar el tema del aprovechamiento de los terrenos», señaló.
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, Manuel Díaz, tiene una visión bien distinta. «Llevamos mucho tiempo esperando que la Junta nos aporte documentación sobre el megahospital, que concrete el proyecto. No es posible trabajar sin datos ni papeles. Creo que Salud no tiene claro lo que quiere. Lo que pretenden es marear la perdiz», criticó Díaz.
Ante esta tesitura, el futuro del megahospital es oscuro e incierto. Si no se llega a un acuerdo, los ciudadanos serán los perjudicados. Málaga capital presenta una carencia de hospitales que hay que resolver cuanto antes
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