domingo, 8 de febrero de 2009

Enfermos con obesidad mórbida esperan hasta cinco años para ser operados



La sanidad pública no logra resolver el problema de los pacientes con obesidad mórbida o extrema, cuya única solución pasar por ser operados para perder peso. La situación se mantiene sin que el SAS se arbitre medidas para que los enfermos no tengan que esperar hasta cinco años en algunos casos para pasar por un quirófano. Si para cualquier paciente es angustioso ver que transcurre el tiempo y no le llaman para la intervención quirúrgica que precisa, los obesos mórbidos se encuentra aún peor, ya que su exceso de kilos les impide casi moverse y les condena a estar sentados o acostados todo el tiempo.
Las quejas por las demoras se repiten una y otra vez por parte de los afectados, que consideran que tanto Carlos Haya como el Clínico Universitario llevan a cabo un número muy reducido de operaciones, lo que provoca que los retrasos vayan aumentando. Profesionales del SAS consultados por este periódico confirmaron que «hay una lista de espera muy grande, mucho mayor de lo razonable». Estos expertos añadieron que la demora quirúrgica para operaciones de cirugía de la obesidad mórbida o bariátrica es altísima».
Entre las razones de esos retrasos están que Carlos Haya y el Clínico destinan pocos quirófanos para esas intervenciones y que son escasos los cirujanos que las hacen. El resultado es que la demanda de operaciones es muy superior a la oferta. Los pacientes consideran que el SAS debería agilizar la situación y darles una solución, ya que a medida que discurre el tiempo y no pasan por un quirófano su organismo se resiente y se agrava su estado.
A ese respecto, Carlos Haya indicó que los enfermos son atendidos por un equipo multidisciplinar de profesionales. Añadió que la lista de espera de las intervenciones se gestiona por antigüedad en la misma y por la gravedad de cada paciente. Según el hospital, durante el periodo de tratamiento previo a la operación se ha de lograr la estabilización de los trastornos de la conducta alimentaria, de la sintomatología emocional y de la actividad física adecuadas, lo que precisa de un tiempo relativamente largo hasta que se emite el informe favorable del psicólogo y del dietista.
Carlos Haya explicó que los pacientes son operados a través de la cirugía laparoscópica, y precisó que, aunque son intervenciones complejas, su índice de mortalidad es cero.

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