domingo, 3 de mayo de 2009

Gimnasio? para cardiacos, el nacimiento de una nueva vida



Bicicletas, cintas andadoras y pesas simbolizan tres grandes retos para los pacientes con problemas de corazón que acuden durante dos meses a la Unidad de Rehabilitación de alto riesgo del Clínico
PALOMA GÁLVEZ. MÁLAGA En la actualidad, sufrir un infarto se ha convertido casi en el motor de un cambio de vida. Tras recibir el alta hospitalaria, la mayoría de los pacientes se sienten desorientados y perdidos al enfrentarse a un nuevo horizonte de hábitos alimenticios y ejercicio físico, hasta ahora desconocidos por muchos de ellos. ¿Hasta dónde llega mi resistencia? ¿Cómo afrontar los cambios en mi rutina diaria? ¿Qué debo comer a partir de ahora? Estos son algunos de los interrogantes que se plantean los afectados que se ven obligados a dejar las malas costumbres a un lado, como el tabaco, las grasas e incluso el estrés, y empezar así una nueva vida.Conscientes de las necesidades de estos pacientes de alto riesgo, se creó la Unidad de Rehabilitación Cardiaca en el hospital Clínico de la capital malagueña. Más de 400 pacientes han pasado ya por este ‘gimnasio cardiaco’ en los últimos seis años, un trabajo único en la provincia de Málaga dirigido por un equipo multidisciplinar que enseña a los pacientes "a compatibilizar su vida laboral y familiar de acuerdo a unas pautas de ejercicio, dietéticas, de administración de la medicación y otras medidas para enfermedades paralelas como la diabetes", asegura Ángel Montiel, cardiólogo responsable de la consulta de Cardiología Preventiva de la unidad. Bicicleta, cinta andadora y pesas son los retos que se plantean los 12 pacientes, divididos en dos grupos, que acuden tres días a la semana para poner a prueba su propio cuerpo. "Aquí hay un contacto directo durante dos meses, en el que los pacientes están monitorizados para detectar cualquier problema", asegura Montiel, que incide también en la importancia de que los infartados de alto riesgo cuenten con un apoyo psicológico que los guíe en este largo camino que deberán recorrer junto a sus familiares. "Los pacientes tienen ansiedad por el miedo a lo desconocido y por el peligro de muerte. En ocasiones, esa ansiedad puede derivar en depresión", puntualiza el profesional sanitario.Uno de los factores de riesgo clave para estos afectados cardiacos es el tabaco. "Sin embargo, todavía no contamos con ningún especialista antitabaco. Ése es uno de los retos que nos quedan por alcanzar", señala Montiel, quien incide en la necesidad de que "se implanten unidades como estas en todos los hospitales malagueños porque el 60 por ciento consigue controlar esos factores que llevan a sufrir otro infarto; "el problema es que no existe cultura ni entre los propios médicos", agrega.Pautas de ejercicio. A través de los monitores, se perciben los latidos continuos de los seis habituales a la unidad. Pero antes de subirse a la bici o a la cinta, es necesario cumplir una serie de pasos que garanticen su control y mejora de calidad de vida. "Después de que el paciente es valorado por cardiología y rehabilitación, realiza una prueba de esfuerzo y el entrenamiento físico se adapta a la situación de cada uno, que realizará el ejercicio al 75 u 85 por ciento de la frecuencia cardiaca que alcanzó en la prueba", explica la experta Adela Gómez, responsable de la consulta de rehabilitación. Así, si en la prueba de esfuerzo el paciente registra 120 pulsaciones por minuto, la más de media hora que realiza encima de la bicicleta o la cinta la hará al 75 por ciento de intensidad. Aunque el perfil de los infartados suele corresponder a varones sedentarios, también hay casos de deportistas en toda regla. Aún así, las ventajas del programa de rehabilitación siguen estando latentes. "En estos casos, se reeducan sus costumbres, aprenden a calentar de otra manera... Aprenden a saber hasta dónde deben llegar y a no pecar si por exceso ni por defecto", especifica Gómez, quien asegura que en el preciso momento en que durante el ejercicio se detecta dolor de tórax o arritmias se suspende el programa inmediatamente.Tras su paso por la unidad, casi el 74 por ciento de los pacientes continúa haciendo ejercicio - la mayoría siente predilección por los paseos - y cerca de un 45 por ciento se mantiene en una situación laboral activa. El tener el sobrenombre de ‘alto riesgo’ escrito en el historial médico no implica que el resto de afectados no requiera de una supervisión. De ahí, que hace una década se crease la única unidad que existe en España de rehabilitación para pacientes cardiacos en grado medio. Una atención que en la actualidad se presta en el Centro de Salud de Carranque.

1 comentario:

  1. no hay mejor forma de rehabilitación para problemas cardíacos que hacer actividad física.

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