La falta de camas aparece de nuevo. Ese fue el motivo por el que Hospital Clínico Universitario tuvo que suspender ayer operaciones. La mayoría de las intervenciones aplazadas son de traumatología. La decisión se tomó para que las camas que debían ocupar los pacientes que iban a ser operados, y a los que se desprogramó, pudiesen asignarse a enfermos que, tras ser atendidos en urgencias, necesitaban ser ingresados en las plantas del hospital.
Al objeto de que la espera de esas personas en el área de observación no fuese excesiva, los responsables del Clínico decidieron aplazar algunas de las operaciones previstas y que esas camas las ocupasen pacientes procedentes de urgencias.
La escasez de camas es una constante en muchos hospitales públicos. En el caso del Clínico, la situación se agudiza más por las obras de mejora que se acometen, lo que ha dejado fuera de servicio temporalmente cerca de 80 camas.
Junto a eso, desde hace unos días la afluencia de usuarios a las urgencias del hospital ha crecido muy por encima de lo que es habitual en esta época del año. Ese hecho no es algo que afecte solamente el Clínico Universitario, sino que también se da en otros centros hospitalarios. El aumento de asistencias urgentes ha provocado que la Consejería de Salud haya puesto en funcionamiento el plan de alta frecuentación, que se activa cuando la presencia de pacientes en las áreas de urgencias de los hospitales se incrementa notablemente. Con ello se trata de poner en marcha actuaciones que permitan ofrecer una buena asistencia a los enfermos y evitar que esperen más tiempo del que se considera adecuado.
Al haber más personas que acude a urgencia hay, a su vez, una mayor demanda de ingresos de personas en las plantas de hospitalización. Esa circunstancia lleva aparejada dos cosas. Por un lado, que las camas estén ocupadas y, por otro, que en tanto que hay huecos libres los enfermos deban aguardar en la zona de observación hasta que se les asigna una habitación disponible.
Presión asistencial
«No es normal que en el mes de mayo tengamos esta presión asistencial. A lo largo del año los dos picos de mayor presencia de gente en las urgencias coinciden, primero, con diciembre y enero, por la llegada de la gripe y de los padecimientos respiratorios, y, segundo, a finales de junio y principios de julio, con el aumento de los procesos gastrointestinales», indicaron fuentes hospitalarias consultadas por este periódico.
Sin embargo, esta primavera muchos enfermos crónicos, sobre todo los que padecen broncopatías y cardiopatías, se han desestabilizado, lo que ha supuesto una reagudización de sus dolencias. A eso hay que unir que esta primavera está siendo especialmente intensa para los alérgicos por la abundante floración y la gran presencia de polen en la atmósfera.
Todos estos factores han traído consigo que los servicios de urgencias estén recibiendo a más enfermos que otros años por estas fechas. El personal sanitario se esfuerza por sacar adelante este aumento de trabajo, pero se encuentra con el problema de la falta de camas, una circunstancia que se repite con más frecuencia cada vez, sin que la Consejería de Salud consiga poner en funcionamiento actuaciones que permitan zanjar definitivamente ese hecho.
Usuarios afectados
Los más perjudicados por la escasez de camas son los ciudadanos, que ven cómo pasan las horas y no se les ingresa en una planta o, como sucedió ayer, se les avisa de que se ha suspendido su operación. Fuentes del Clínico aseguraron que las intervenciones aplazadas fueron las menos importantes. «Se han hecho todas las de pacientes con un tumor, las urgentes y las graves», indicaron las fuentes citadas. Añadieron que la mayoría de los pacientes que no pudieron ser operados ayer -casi todos con una dolencia traumatológica- pasarán hoy por el quirófano. «Lamentamos las molestias que se hayan podido ocasionar a los usuarios», manifestaron desde el Clínico Universitario.
jueves, 7 de mayo de 2009
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