
El chico superó una dura leucemia gracias a un trasplante de su hermano y no recibe ninguna subvención . Sólo en fármacos gastan 600 euros mensuales
JOSE TORRES. MÁLAGA La familia de Ismael está desesperada. Después de que este chaval de Cártama haya superado una leucemia linfoblástica hace unos meses gracias al innovador transplante de células madre mediante sangre periférica de su hermano, los problemas apuntan ahora a una economía muy limitada. Como dice su madre, Susana Martín, Ismael salvó la vida milagrosamente tras las poquísimas esperanzas que inicialmente les dieron los médicos. Su tratamiento fue experimental, en todos los centros a los que acudieron los trataron “maravillosamente” y estarán agradecidos eternamente. Sin embargo, las ayudas han dejado de llegar. Durante cuatro meses, esta familia ha recibido un total de 900 euros para las numerosas medicinas que el chico necesita y otros 600 para ropa. Pero ahí se ha quedado todo hasta ahora. Sus intentos por recibir más ayudas de las administraciones han fracasado hasta ahora. “He solicitado ayuda en el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Cártama y me dicen es que no hay partidas presupuestadas para estos casos. Lo único que conseguimos fue una subvención de 183 euros para las gafas de Ismael”, apunta la madre del chico. Lo mismo ocurre desde la Junta de Andalucía, ya que aunque el pasado mes de marzo se le reconoció al joven una minusvalía del 91% y la solicitud de la paga no contributiva está realizada, esas ayudas pueden tardar hasta seis meses en hacerse efectivas, según Susana.Muchos gastos. Y los ingresos no dan para tanto. El padre de Ismael, que hasta hace poco estaba en el paro, ha encontrado un nuevo trabajo por el que gana 300 euros menos que en el subsidio que recibía por desempleo. Un dinero que paradójicamente les vendría muy bien. Su nómina asciende ahora a unos 1.038 euros, con los que esta familia apenas puede llegar a mediados de mes. Una paga insuficiente para mantener a cuatro personas, teniendo en cuenta los gastos médicos que siguen afrontando con Ismael. “Sólo en las medicinas, tenemos que emplear una media de 200 euros semanales”, señala Susana con cierta angustia. Pero la petición de esta madre va más allá, ya que su intención no es pedir dinero. “Cuando voy al Ayuntamiento y me dicen que no dan ayudas económicas de este tipo yo les digo que no tiene por qué ser dinero. Nos conformaríamos con alimentos y algo de ropa”, argumenta Martín antes de añadir que no entiende “por qué siempre hay dinero para la feria y no para quienes realmente lo necesitan”. Enfermedad. La historia de Ismael comenzó en septiembre de 2007, cuando Ismael tenía 16 años y le diagnosticaban leucemia linfoblástica de células ‘T’. Los médicos no daban esperanzas de vida para el chico, que sufría infiltraciones al sistema nervioso y sufrió muchas complicaciones. En enero del año pasado lo ingresaron para hacerle el trasplante, pero la analítica previa descubrió una leucemia mucho más grave. Tras una noche en la UVI del Clínico le realizaron una aféresis para limpiarle la sangre. Después de un mes ingresado y recibir un tipo de quimioterapia muy tóxica, lo trasladaron a Carlos Haya para irradiarlo. Las complicaciones continuaron: parálisis facial, intestinal... En cuanto se recuperó un poco viajó a Barcelona y Madrid para encontrar una solución a una enfermedad que lo iba apagando.Sin saberlo, la solución para Ismael estaba cerca desde el principio. Su hermano que entonces sólo tenía dos años. Los médicos decidieron trasplantarle sus células madre mediante sangre periférica. “Dio la bendita casualidad de que el pequeño Juan fuese compatible en más del 90%”, dice la madre. El pequeño de la casa salvaba la vida de su hermano y pasó el tratamiento con gran valentía. El 18 de marzo de este año Ismael recibió el trasplante de su hermano pequeño con gran éxito.
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