La sífilis ha aumentado en el último año casi un 25% y junto con la clamidia ha experimentado una subida espectacular, sobre todo en la franja de edad entre 20 y 45 años. El desarrollo de estas dolencias facilita la infección del sida, que encuentra una ‘puerta de entrada’ más sencilla
PALOMA GÁLVEZ. MÁLAGA En los últimos cuatro años se ha triplicado en la provincia de Málaga el número de pacientes que padecen enfermedades de trasmisión sexual, un aumento espectacular de las cifras con una especial incidencia en patologías como la sífilis y la clamidia. Tanto es así que, según datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en 2005 se registraron en los hospitales malagueños un total de 125 casos, una cifra superada con creces el pasado año, en el que se detectaron 324 afectados. Cotas que podrían incrementarse aún más si se tiene en cuenta que en la actualidad el sistema sanitario público sólo contabiliza los casos de sífilis, gonococia, clamidia y herpes genital, obviando otras patologías de gran repercusión como las verrugas genitales.La sífilis es sin duda la enfermedad de trasmisión sexual que ha presentado en el último lustro un mayor repunte, principalmente entre los jóvenes. Antiguamente considerada la patología venérea más peligrosa, en tan sólo un año se ha registrado un aumento en la provincia de casi un 25 por ciento. De hecho, en 2007 se declararon un total de 90 casos, cifra a la que sumaron otros 22 afectados el pasado año. En total, 112.Otra de las patologías con una fuerte aparición en las consultas de los hospitales y centros de salud es la clamidia, un trastorno que puede provocar infertilidad y cuyos síntomas actúan en ocasiones de forma silenciosa perjudicando el diagnóstico precoz en el paciente.Pero, ¿a qué se debe que estas dolencias estén cada vez más presentes en la sociedad malagueña cuando parecía que estaban erradicadas de las consultas hospitalarias? La relajación en el uso del preservativo, único medio de protección en la actualidad; la iniciación temprana en las relaciones sexuales esporádicas, y el aumento de las declaraciones por parte de los profesionales sanitarios, son algunos de los motivos clave para entender el porqué de su incidencia.A pesar de que en el imaginario de la opinión pública el incremento de la población inmigrante se presente como una de causas fundamentales del aumento de las venéreas, la mayoría de los expertos coinciden en que ambos factores no están relacionados. “La inmigración no tiene nada que ver con que existan estas enfermedades infecciosas”, puntualiza Juan de Dios Colmenero, responsable del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Carlos Haya, quien añade que el aumento de estas dolencias está hoy en día “por encima de los umbrales de lo deseable”, pese a la existencia de anticonceptivos de barrera.“Tenemos la percepción de que hay poca alarma ante las enfermedades trasmisión sexual y se produce una bajada en el nivel de precaución”, afirma Colmenero, quien asegura que la sífilis es la enfermedad que más se trata en el complejo hospitalario porque “es la de más gravedad”.Joven, sin pareja estable y con poca precaución en sus relaciones sexuales. Éste es el perfil más común de los afectados por las venéreas, aunque sin duda, las características del paciente varían según el tipo de dolencia. En el caso de la sífilis, el 60 por ciento de los tratados en los hospitales malagueños son hombres. El porcentaje de mujeres afectadas se ha incrementado en los últimos años a consecuencia de la liberación sexual de la mujer y la pérdida del miedo al embarazo.En cuanto a la franja de edad, más del 80 por ciento de los casos se sitúan entre los 20 y los 45 años, siendo los centros sanitarios de la capital malagueña y de la Costa del Sol los puntos en los que más casos de enfermedades venéreas se han detectado.La elevada presencia de la sífilis favorece, además, la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), porque las lesiones que causan en la piel y en las mucosas estas infecciones facilitan su entrada. “El 30 ó 40 por ciento de los ingresos en nuestra unidad son a causa del VIH o patologías asociadas a esta enfermedad”, afirma Colmenero, que insiste en que el crecimiento de esta enfermedad viral se ha estabilizado en la última década gracias “a la eficacia del tratamiento, siempre y cuando el enfermo lo siga de acuerdo a unos hábitos de vida saludables”. De hecho, el 90 por ciento de los pacientes con VIH tratados responden adecuadamente al tratamiento médico y el 65 por ciento está activo laboralmente. A lo largo del año, en el complejo hospitalario se atienden cerca de 1.500 enfermos de VIH de manera sistemática.La educación sexual en materia de prevención, la orientación médica y el reciclaje de los especialistas para optimizar la detección de estas enfermedades infecciosas son, en palabras de los profesionales de la salud, los pilares básicos a la hora de inducir a una bajada en el contagio de las patologías venéreas.
Enrique Herrera: «Al perder el miedo al sida, la gente usa menos el preservativo»
El especialista confirma el aumento en los casos de sífilis y verrugas genitales y la aparición cada vez más frecuente de trastornos como la vereneofobia
PALOMA GÁLVEZ. MÁLAGA El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de trasmisión sexual se ha convertido en una constante en las consultas hospitalarias y de Atención Primaria.
Así lo confirma Enrique Herrera, jefe del servicio de dermatología y enfermedades de transmisión sexual del Hospital Clínico, que asegura que no sólo se han incrementado patologías como la sífilis o las verrugas genitales, sino el número de declaraciones de estos pacientes.–
¿Ha detectado un aumento de las enfermedades de trasmisión en sus consultas diarias?–No creo que haya habido un aumento tan grande. Ha aumentado, pero lo que ocurre es que ha habido un aumento en las declaraciones. Hemos notado una subida tanto de la sífilis como de la gonococia y sobre todo de las verrugas genitales. Eso es lo más frecuente en el Clínico y en otros hospitales. Las verrugas genitales al principio son muy pequeñas y van creciendo y se asocia mucho al sida y a la sífilis. Con la vacuna del virus del papiloma humano se prevé bajar las cifras dentro de unos cuantos años.–
¿Esta subida se debe a la falta de uso del preservativo?–Las clásicas enfermedades venéreas se dan cuando hay una relajación en el uso del preservativo. Como ahora se ha perdido el miedo al sida, la gente usa cada vez menos este método. También se ha incrementado el número de jóvenes porque se inician antes en las relaciones sexuales y también en las personas mayores por el uso de pastillas para potenciar la sexualidad. –
¿Cuál es el perfil de las personas con estas patologías?–Ligeramente hay más hombres que mujeres, aunque depende mucho de la tipología. Por ejemplo la sífilis y la gonococia se da más en hombres. En las mujeres aumenta porque han perdido miedo al embarazo y por la liberación sexual. El perfil suele ser de un sujeto joven que mantiene muchas relaciones esporádicas. –¿Uno de los motivos ese incremento es la falta de educación sexual?–Si insistimos con las campañas de educación sexual disminuirán los casos. Pero las campañas son costosas. La única manera de que bajen es con el uso de los medios de barrera y la educación sexual y del personal sanitario para que identifiquen perfectamente estas enfermedades para tratarlas de una forma adecuada. Lo importante es que haya un diagnóstico correcto para poder hacer una profilaxis adecuada.–¿Se han detectado patologías de trasmisión sexual ahora desconocidas?–Una de las patologías que se repite constantemente en las consultas es la vereneofobia, que el miedo terrible a estas enfermedades. El paciente requiere ser revisado una y otra vez porque piensa que padece dichos afecciones. Pero la vereneofobia requiere de ayuda psiquiátrica.
lunes, 27 de abril de 2009
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